Fahrenheit 451: Redescubriendo clásicos

Banned Books

*Este artículo contiene leve spoilers sobre Fahrenheit 451.

El canon, en su mayoría, está compuesto de libros escritos por hombres blancos. Estos libros son considerados clásicos literarios, pero muchos de ellos están sobrevalorados. Esto es, en primer lugar, porque se consideran las cumbres de la literatura—dejando por fuera una diversidad de textos que testimonian otras visiones y experiencias del mundo—y, en segundo lugar, porque se les ha asignado una lectura, encerrando el texto en una interpretación estática. Sin embargo, como bibliófiles en algún punto nos topamos con ellos ya sea en la escuela, en la universidad o en clubes de lectura.

Algunos de estos libros son tan reconocidos que si admitimos nunca haberlos leído, la vergüenza cae inmediatamente sobre nosotres. En ese momento es más sencillo mentir y pretender haber leído el libro, cuando en realidad ni siquiera terminaste de leer el resumen de SparkNotes. Todes hemos estado ahí, pero no debemos permitir que esto nos intimide y nos impida leer el libro si realmente lo queremos hacer, aunque sea para ver si merece el renombre. Es por esta razón que decidimos leer de principio a fin uno de estos libros y poner a prueba si de veras vale la pena.

Fahrenheit 451 fue escrito por Ray Bradbury y publicado en 1953. Bradbury (1920-2012) es el autor de libros como The Martian Chronicles, Dandelion Wine y Something Wicked this Way Comes. También, escribió para el teatro, el cine y la televisión. Fue galardonado con el 2000 National Book Foundation’s Medal for Distinguished Contribution to American Letters y el 2007 Pulitzer Prize Special Citation. Su libro Fahrenheit 451, el cual estaremos discutiendo a continuación, ha ganado varios premios y reconocimientos a través de los años. 

Fahrenheit 451
“Maybe books can get us half out of the cave.” (Bradbury 70)

Fahrenheit 451 sigue la historia de Guy Montag. La trama toma lugar en una sociedad distópica donde los libros están prohibidos y los bomberos se encargan de quemar aquellos que encuentren. Montag es uno de estos bomberos; sin embargo, él guarda un secreto: ha estado escondiendo libros en su casa. Cuando es descubierto debe huir y esto lo lleva a cuestionar todo lo que cree conocer y a ver el mundo a través de las ideas en los libros. 

Para ser completamente honestas, este libro nos gustó muchísimo, así que entendemos perfectamente bien la fama que lo persigue. Al igual que muchas otras personas tuvimos una etapa obsesiva con el género distópico, pero consiguientemente nos desilusionamos de él. Volver a revisitarlo en esta lectura fue una experiencia agradable. La propuesta de este libro nos encantó. Como lectores, el texto primeramente nos incomoda con el contenido, con los pensamientos y con las acciones de los personajes. Sin embargo, este libro no solo nos abre los ojos y nos invita a reflexionar sobre las semejanzas entre la sociedad futurista que visitamos y la nuestra, sino que también se extiende más allá de un simple cuestionamiento y de la lucha entre el personaje principal y el sistema hacia una resolución que sugiere rutas alternas y un llamado a imaginar, crear y luchar por algo mejor. 

Montag, nuestro antihéroe, deja atrás todo lo que conoce y brinca hacia lo desconocido para apostar a un mejor futuro. Aunque ahora nada tenga certeza y el porvenir sea increíblemente frágil, sabe que está bien encaminado cuando se topa con la banda de exiliados:

They weren’t at all certain that the things they carried in their heads might make every future dawn glow with a purer light, they were sure of nothing save that the books were on file behind their quiet eyes, the books were waiting, with their pages uncut, for the customers who might come by in later years, some with clean and some with dirty fingers.

(Bradbury 148)

Es por esto que el final es tan inspirador. Nuestro mundo de hoy en día ya es distópico. Un porcentaje muy bajo de la población vive completamente enajenado y velando por los intereses capitales. Mientras que el resto de nosotres luchamos contra un sistema injusto que pone nuestras vidas en constante peligro. El prejuicio, el racismo, la supremacía blanca, el fanatismo, y la injusticia climática nos acecha y aunque este libro fue escrito por un hombre blanco varios años atrás, sigue resonando en esta época. Especialmente, por la crítica que hace sobre la falta de pensamiento crítico para el desarrollo de la cultura humana. La gente se deja llevar fácilmente y no siempre está dispuesta a cuestionar lo que dan por sentado. Prefieren quedarse en una zona de confort e ignorancia.

Esto lo podemos atar con la resurgencia en los casos de prohibición de libros. Libros clásicos como The Bluest Eyes y libros nuevos como All Boys Aren’t Blue están siendo atacados y censurados porque ciertas personas no quieren enfrentar ciertas verdades escondidas en nuestro pasado justo como sucede en Fahrenheit 451

The Bluest Eye and All Boys Aren't Blue and Fahrenheit 451
“A book is a loaded gun in the house next door.” (Bradbury 56)

En el mundo que se construye en este texto no hay tiempo para pensar (80) ni para el encuentro con les otres (21), no hay espacio para lo diferente y por eso los libros tienen que ser quemados (28). Creo que esta es una de las razones por las que este libro nos trastoca tanto, porque nos recuerda que los libros nos enfrentan a otras formas de ver el mundo y, por ende, a expandir nuestro pensamiento. Si bien leemos para entretenernos o para escapar del mundo en el que vivimos, también leemos para adquirir herramientas que nos ayuden a enfrentarnos al día a día de forma crítica. 

Habitamos un mundo que nos bombardea con información, en el que existen las noticias falsas y en el que cada vez es más necesario mantenernos abrumades,  “chock them with so damne full of ‘facts’ they feel stuffed, but absolutely ‘brilliant’ with information. Then they’ll feel they’re thinking, they’ll get a sense of motion without moving” (58). Es en este mundo en el que el pensamiento crítico es crucial, pues en lugar de tener un mundo “informado” que acepta lo que se le da, tendríamos una humanidad informada que puede discernir qué hacer con esa información, cuestionarla y crear libremente con ella. Al final, los libros, “they show the pores in the face of life” (79).

Para cerrar, este ejercicio nos sirvió para leer un clásico a través de otros ojos. A partir de la reflexión que el texto presenta sobre el pensamiento crítico, encontramos una invitación a leer los clásicos como documentos y no monumentos. Con esto queremos decir que, en lugar de seguir perpetuando la lectura estática de estos textos, los abramos a nuevas posibles lecturas. En fin, podríamos continuar hablando sobre este libro, pero creo que vamos a terminar con este pensamiento: hay que imaginar la utopía y caminar hacia ella—para aludir a Galeano. Debemos convertir nuestras ideas en acción para construir el mundo que queremos para todes. 

Así que cuéntanos qué clásico vas a redescubrir y enfrentar.

1 Comment

  1. Thanks for your blog, nice to read. Do not stop.

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