Reyna y el universo de Percy Jackson

The Tyrant's Tomb

Como estudiante de Literatura Comparada, a veces la lectura se torna tediosa. El programa de estudio que cursaba era exigente y llegaban momentos donde leía solo para la academia, por obligación. Con esto no pretendo decir que odiaba las clases o los textos que teníamos asignados. Al contrario, me encantaban, pero raramente tenía la oportunidad de leer por diversión. Durante el semestre estaba bastante ajorada. Tenía mi carga académica, actividades extracurriculares y muchas otras responsabilidades. Durante el verano, las Navidades o algún otro receso no quería ni ver un libro. Quería descansar, pasar tiempo con mi familia y mis amistades. Completar mis lecturas pendientes era lo último que quería hacer, en especial series largas como las de Percy Jackson.

Por esta razón, cuando al fin me gradué, decidí volverme a enamorar de los libros—volver no es el verbo adecuado. En realidad, nunca he dejado de amar los libros, pero tengo que admitir que necesitaba acercarme a ellos desde otra perspectiva. Al igual que con cualquier otra relación interpersonal, mi romance con los libros requiere de paciencia, afecto y sobre todo tiempo—lo menos que tiene una estudiante universitaria. 

Emprendí mi viaje de regreso hacia mi primer amor releyendo el tercer libro de una serie que había dejado a medias, The Trials of Apollo por Rick Riordan. De pequeña estaba obsesionada con la mitología griega y por subsiguiente con Percy Jackson and the Olympians. Crecí con esos personajes e incluso me leí la serie que le sigue, The Heroes of Olympus. Así que llegar a la universidad y descubrirme un poco más independiente y técnicamente adulta, no me hizo cambiar de parecer. Cuando anunciaron la próxima serie en la saga—presuntamente interminable—fui diligentemente a comprar el primer libro, The Hidden Oracle.

Reyna y Apollo en el universo de Percy Jackson

Me había quedado en el tercer libro cuando comencé a escribir mi tesina. En ese momento completar exitosamente este requisito se volvió mi único propósito. Por ende, una relectura de The Burning Maze era necesaria si deseaba completar la serie. Fue en este libro donde me volvieron a introducir a Reyna Ávila Ramírez Arellano. 

Este personaje tiene un pequeño cameo en The Sea of Monsters—el segundo libro de la serie original del universo de Percy Jackson. Pero en realidad llegamos a conocerla un poco mejor en The Son of Neptune. Cuando leí ese libro por primera vez estaba en la escuela superior, tenía tal vez unos catorce o quince años. Y aunque Reyna era apenas un personaje secundario, no creo que pueden imaginar lo que su presencia en los libros significa para mí. Pero bueno, a fin de cuentas, no soy la única puertorriqueña que ha leído los libros. De seguro hay muchas otras personas que comparten mis sentimientos.

Reyna fue el primer personaje puertorriqueño con quien me topé en un libro comercial y, aunque sus ancestros son conquistadores españoles que llegaron a colonizar a Borikén, pude verme representada en ella. No niego que su personaje puede ser un poco problemático debido a su ancestría y al hecho de que aborda de cierta manera la falacia del dichoso American Dream. Pero para ser honesta, no esperaba su llegada. Me tomó por sorpresa. Nunca imaginé que un escritor como Rick Riordan tan siquiera conociera sobre Puerto Rico. 

Volverme a topar con ella al final del tercer libro fue increíblemente agradable. Permítanme aclarar, Reyna es sólo mencionada en ese libro. Es en el siguiente, The Tyrant’s Tomb, que aparece como tal. Reyna sigue siendo tan solo un personaje secundario y me encantaría leer su propia historia. Sin embargo, en este libro podemos apreciar un lado de Reyna completamente diferente. 

The Trials of Apollo and the universe of Percy Jackson by Rick Riordan
Reyna Ramírez Arellano en el universo de Percy Jackson

   El pasado de Reyna es uno lleno de fantasmas y dolor y por mucho tiempo pretendió ser quien otros querían que fuera, esta es una de las razones por las cuales se va de Puerto Rico. Verla hablar el idioma, cantar las canciones de Tego Calderón y portar orgullosamente una bandera del archipiélago en su sudadera me hizo sentir identificada. Específicamente porque de cierta manera reconoce su mezcolanza y sus raíces afrocaribeñas, algo que en libros pasados no había hecho.

Considerando la descendencia de Reyna, hubiese sido sencillo introducirla como un personaje caucásico. Sin embargo, a pesar de su linaje europeo Reyna es trigueña. También hubiese sido fácil escoger a otro artista puertorriqueño con más renombre en los Estados Unidos. Uno que se dedicara a un género musical más reconocido internacionalmente, como Ricky Martín en lugar de Tego. Estas decisiones editoriales son de suma importancia porque no son inocentes. Se tomaron con la intención de decir algo, de decir, Te veo, te reconozco y te acepto.  

No niego que todavía queda brecha por recorrer cuando se trata de representación en los medios, ya sean libros o películas y series. Sin embargo, volverme a encontrar con Reyna, varios libros luego del final de la historia de Percy Jackson, desató en mí asombro y emoción, los mismos sentimientos que de niña experimenté al leer sobre alguien parecida a mí.

Por esto propongo un regreso a nuestras raíces literarias. Un regreso a un libro o a un personaje que te deleitó, que te hizo enamorarte de la lectura y de los libros. Porque a veces hay que volver a ser niñe y ver el mundo a través de otros ojos. A veces hay que volver a encontrarle el encanto a la lectura, a la vida, a las cosas que amamos. Además, siempre voy a abogar por las relecturas, puede que cambies de opinión en el camino o que termines odiando el libro, pero siempre hay algo más que aprender de ellas.   

Así que cuéntanos, ¿qué libro revisitarás para volverte a enamorar de la literatura?