Tati Mi yo lectora es una parte de mi identidad que he aprendido a cultivar, cuestionar y trabajar diariamente. En especial porque reconozco los estrechos límites en los que se mueve al pertenecer tanto al ámbito profesional de mi vida como al de placer. Creo que, en algún punto, me tomé muy en serio eso que dicen de hacer tu pasión, tu trabajo y he aprendido que, muchas veces, es difícil reconciliar ambos mundos. Sobre todo cuando tu TBR pile se convierte en una mezcla de libros que quieres leer y otra que tienes que leer.
Durante mis años de bachelor me negaba a permitir que mi yo lectora existiera en ambos ámbitos. Durante el semestre, me limitaba a leer para mis clases y en verano lo dejaba fluir. Mis primeros años en el doctorado funcionaban igual; sin embargo, desde el verano pasado, leer novelas románticas (mi guilty pleasure) ha sido necesario para lidiar con las exigencias emocionales e intelectuales de las lecturas de la universidad. Así que, aprender a negociar esos dos ámbitos se ha vuelto fundamental, lo cual significa leer varias cosas al mismo tiempo.
Cuando comencé a leer en mi adolescencia, esa idea era inconcebible. Era una lectora monógama a la fuerza y no podía comenzar un libro sin haber terminado el que estaba leyendo. En estos últimos años me he resignado a la poligamia literaria (y es pura casualidad que haya descubierto los Reverse Harem Romance 😉 al mismo tiempo) y he tenido que aprender nuevas dinámicas de lectura, pues la distribución del tiempo junto con las formas de leer han cambiado. Además, el gran problema ha sido terminar los libros que empiezo.
Hoy quiero darles algunos insights y tips de mi experiencia.
1. Lecturas diferentes: Uno de mis aprendizajes más importantes en este viaje de lecturas múltiples ha sido aprender a balancear los tipos de lecturas que hago al mismo tiempo. Si bien no tengo muchas opciones con respecto a mis clases, he aprendido a seleccionar qué otras lecturas puedo hacer paralelamente. Aunque siempre hay libros que quiero leer, he tenido que aprender a seleccionar libros que no me supliquen que los termine de una sentada y que no pertenezcan a series muy largas. Soy de esas personas que se obsesionan con sus lecturas y que si la historia me atrapa, necesito devorarla. Esto lo hago un par de veces en el semestre, pero solo en fines de semana en los que no tengo tanto trabajo y sé que puedo permitirme y/o necesito el break.
Mi go-to suelen ser novelas románticas cuya trama no sea muy pesada y que suele ser bastante predecible. Esto me brinda un break emocional de mis textos de la universidad que suelen estar muy atados a la realidad social, a la historia, la violencia y que resultan ser lecturas exigentes. Estos dos tipos de lecturas me permiten tener una variedad armoniosa de momentos de lectura a lo largo de mi semana.
2. Ritmos variados: esta diversidad de lectura me ha enseñado que cada libro tiene un ritmo propio. Ese ritmo está marcado tanto por el texto en sí como por el tipo de lectores que somos. Para mí, leer literatura latinoamericana, por ejemplo, requiere tiempo por los enfoques temáticos que manejan. Cuando la literatura trabaja tantos temas de violencia, historias de injusticias, muerte y dolor suelo necesitar cerrar el libro más seguido y procesar todas las reacciones que me provoca. Especialmente, cuando puedo reconocer mi historia personal y nacional en esas páginas.
Esto no me ocurre cuando leo romance y el ritmo de estas lecturas suele ser demasiado rápido. Como mencionaba antes, estos libros los leo de una sentada si tengo el tiempo y la historia es ligera. Además, como suelo leer novelas con tropos parecidos, la lectura suele tener un ritmo más rápido al conocer cómo fluye la situación.
3. Saber dejar ir: antes de empezar a estudiar literatura era la clase de lectora que no se rendía en un libro. Sin embargo, con el tiempo he aceptado que los libros tienen su propio timing y hay que estar preparades para leerlos. Es decir que, está bien dejar esa novela que llevas dos meses tratando de terminar para después (o para nunca). Si un libro no es para ti, no tienes por qué terminarlo (a menos que lo tengas que leer para una clase, ahí ya no hay nada que hacer). No todos los libros tienen por qué gustarnos y no tienes por qué forzarte a leer un libro que no te interesa cuando hay miles de libros que son perfectos para ti.
4. Establecer un sistema: en estos últimos meses he estado trabajando en el mío. En enero voy a presentar mis exámenes comprensivos para el doctorado y tengo una larga lista de lecturas que tengo que completar. Además, tengo un TBR pile personal y ciertas lecturas que completar para Tinta Color Lavanda y para Metatexto. Tener tantas lecturas puede ser tan overwhelming hasta el punto de no querer hacer nada. Incluso, si tu meta es simplemente leer más, pero no tienes tiempo para hacerlo, leer se puede volver un dolor de cabeza.
Como aquí somos amantes de los libros y queremos sacarle el mayor disfrute a la lectura, he estado tratando de desarrollar un sistema que me motive y que me ayude a cumplir mis metas de lectura. Aunque todavía estoy trabajando en él, he reconocido la importancia de respetar los tiempos para cada una de mis lecturas, de apreciar lo que cada una de ellas aporta a mi vida y de ver este sistema como algo flexible en lugar de una camisa de fuerza. Por más que quiera pasar todo el día leyendo, no es un lujo que me pueda dar todos los días porque tengo otras responsabilidades que cumplir. Así que, estoy en un periodo de ajuste, de conocerme y reconocer los tiempos que puedo dedicarle a mis diferentes lecturas.
En realidad lo que más he tratado de hacer es aplicar cosas del self-care a mi plan de lectura y poner ante todo mi amor por ella. Lo demás ha ido cayendo en su sitio, pues he aprendido que si eso está en el centro, puedo darme el empujoncito para cumplir mis metas y establecer nuevas.
Hay muchas otras cosas que puedo decirte al respecto, pero creo que estas son las más importantes. Recuerda contarnos qué tipo de lectore eres, ¿te gusta leer un libro a la vez o prefieres leer muchos al mismo tiempo ? También queremos saber cómo organizas tus tiempos de lecturas. ¡Esperamos poder leerte en nuestros comentarios!
